No estamos acostumbrados a que los medios públicos, sea radio o televisión, intervengan activamente en la formación de la opinión política de los colombianos.
Por razones históricas, que pueden rastrearse hasta el «bogotazo», nuestros medios públicos han sido abiertamente mudos o simples voceros pasivos de los puntos de vista institucionales. El ejercicio periodístico en los medios públicos no tiene una trayectoria que pueda ser mostrada como aporte significativo al ejercicio de los principios del periodismo. Habría que exceptuar en los últimos años algunos noticieros que se desarrollan en los canales regionales y el espacio de UN Análisis. Ni son muchos ni alcanzan a ser paradigmáticos.
Estos antecedentes tornan compleja la labor de desarrollar informativos en un medio como la Radio Nacional de Colombia. Claro que a nivel europeo existe el paradigma que por años ha sido mostrado en las cátedras como ejemplo de buen periodismo: los servicios informativos de la BBC de Londres. Desarrollados durante la Segunda Guerra Mundial, del siglo 20, estos servicios aprovechan de manera ejemplar el carácter realmente mixto que tiene desde el punto de vista organizacional la experiencia británica. Se suele olvidar que la «C» de la sigla corresponde a la palabra «Corporation», porque desde su constitución el Estado británico entregó a una corporación integrada en su momento por los fabricantes de equipos radiofónicos, la obligación de desarrollar un medio que, financiado por impuestos y programado por una élite intelectual, ejecutara la tarea monopólica de ofrecer acceso a la alta cultura y a la información.
Otra historia es la de los medios «públicos» norteamericanos, financiados y programados por los ciudadanos, sin injerencia ninguna del Estado. No hay que olvidar que la Voice Of America no es una emisora para consumo adentro de las fronteras, sino exclusivamente para emisión en el extranjero de los EEUU.
El modelo existe, pero como bien recordaba alguna vez el Maestro Darío Echandía, refiriéndose a alguna legislación: «olvidan que no vivimos en Dinamarca, sino en Cundinamarca». En otras palabras, en nuestra circunstancia nos toca desarrollar propuestas propias, adecuadas y aclimatadas a nuestras particularidades, aunque acreedoras de las experiencias de otras naciones.
La Radio Nacional de Colombia ha iniciado desde el año pasado el ejercicio de desarrollar una programación informativa que busca ofrecer contenidos que conjuguen búsqueda de temas complementarios de las agendas noticiosas comerciales, con un tratamiento que, sin perder en profundidad, sea al mismo tiempo entretenido y accesible a grandes grupos de población. Nuestra vocación de servicio a todo el territorio nos impone evitar un estilo que privilegie la información del centro del país.
En esta línea, momentos álgidos como los que vivimos por estos días nos exigen tener propuestas que busquen construir capacidad crítica de los oyentes al tiempo que enfatizamos en respetar la diversidad de opiniones y la inmensa necesidad de tener información que nos permita a todos ser mejores ciudadanos. Responsables con nuestras obligaciones y conocedores de nuestros derechos y deberes.
Nos interesa que nuestra información contribuya a aclimatar ambientes de convivencia, de respeto por la diversidad de opiniones. Nos interesa resaltar los logros de muchos ciudadanos que son ejemplo de fe en el futuro de nuestra nación. Nos interesa aportar a la divulgación del compromiso de muchos ciudadanos con la construcción de un país que busca todos los días dejar atrás el recurso de la violencia armada, que buscan aclimatar compromisos de reconciliación y que se comprometen con formas de ejercer la ciudadanía sin acudir al uso de las armas.
Una pregunta queda en el aire: ¿deben los medios públicos intervenir en la información y la formación de la opinión pública?
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1 comentario:
he encontrado en la radio nacional de colombia una forma nueva y claramente objetiva de transmitir las noticias, sin tomar partido de ninguna posicion como lo hacen TODOS los programas de noticias, valga aclarar que me cansè de RCN, CARACOL y LA W, cuyos presentadores no hacen sino dirigir las posiciones de sus oyentes a un determinado punto, en la situcion de colombia, el clima social y politico tan algido, esto es sumamente delicado: no hay objetividad.
Para su sorpresa, no tengo 50 años ni aprendi por medio de radio sutatenza ...desde que los encontrè los escucho todos los dias especialmente en las mañanas, la mejor musica (del mundo y colombiana), y las noticias mas agradables sin tornarse esnobistas. Felicitaciones.
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